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En sólo cuatro años, en 60 edificios y 25 municipios el arquitecto Francisco Salamone dejó su huella y muchas preguntas.

 

Sobre el terreno llano de la pampa bonaerense, donde las casas siguen siendo bajas y las calles de los pueblos sin obstáculos a la vista, las obras del arquitecto Francisco Salamone —que durante mucho tiempo fueron una curiosidad para expertos, pero hoy conforman un consolidado atractivo turístico— llaman la atención por sus dimensiones y diseño. Tres fueron los ejes principales de sus proyectos: los palacios municipales, los mataderos y los cementerios, todos símbolos del poder público encarnado en la figura de Manuel Fresco, gobernador bonaerense entre 1936 y 1940. Esos años fueron de auge constructivo para Salamone, que en un corto plazo levantó 60 edificios monumentales en 25 municipios de la provincia de Buenos Aires.

 

Aquella fiebre arquitectónica contaba con recursos inéditos, como el avión que le permitía desplazarse entre una ciudad y otra para controlar el avance de las obras. En cuanto al estilo, es difícil de encasillar: entre el art déco y el futurismo, los edificios públicos concebidos por Salamone (los bonaerenses, pero también los que creó para algunas localidades de la provincia de Córdoba) son monumentales, desmesurados, algo excéntricos. Lo importante era que los palacios municipales fueran más altos que las torres de las iglesias, hasta entonces las construcciones más sobresalientes de los pequeños núcleos urbanos de la provincia: en otras palabras, el poder del Estado se imponía sobre el poder religioso.

 

¿DÓNDE VER LA OBRA DE SALAMONE?

Para descubrir los hitos de este arquitecto ítalo argentino, nacido en Sicilia y graduado en la Universidad de Córdoba, hay una lista que no es exhaustiva, pero sí representativa; cada uno puede armar un itinerario personalizado en función de su punto de partida y las distancias totales que desee recorrer en auto.

 

Azul

En esta ciudad conocida por su célebre biblioteca cervantina, Salamone proyectó una vivienda particular, la Casa Daneri, pero sobre todo el portal del parque Municipal Domingo F. Sarmiento y el Matadero Municipal, uno de los más grandes que concibió en su carrera y cuyo frente de 18 metros de altura recuerda a la hoja de un cuchillo. Salamone diseñó también la plaza General San Martín y el portal del cementerio, donde se destaca una desmesurada sigla RIP.

 

Saldungaray

En este pueblo situado a pocos kilómetros de Sierra de la Ventana, donde el arquitecto proyectó la Delegación Municipal se destaca también el portal del cementerio. Esta imponente obra de hormigón representa un círculo que rodea una cruz latina, y en el centro de la cruz una cabeza de Cristo.

 

Carhué

También aquí el Palacio Municipal sorprende por sus dimensiones. Más aún porque Carhué era poco más que un caserío construido en torno a una fuente militar casi en la frontera del “desierto”. La torre del municipio local es una de las más altas proyectadas por Salamone y contiene en el interior numerosos elementos diseñados por el arquitecto. A corta distancia, cerca de lo que fuera Villa Epecuén, antes de la inundación que la arrasó a mediados de los años 80, sobrevive también el Matadero construido por Salamone.

 

Pellegrini

En esta localidad del oeste bonaerense, cerca de la frontera con La Pampa, se encuentra el único Palacio Municipal proyectado por Salamone cuya torre, de 34 metros de altura, tiene relojes en ambas caras. El municipio completa un diseño que comprende también la plaza central, con sus canteros, lámparas y mobiliario urbano. Adentro conserva los muebles diseñados por Salamone, intactos y cuidadosamente catalogados. El edificio está en uso, pero se puede visitar para apreciar el gran trabajo de conservación.

 

Laprida

En esta ciudad del sur bonaerense, entre Sierra de la Ventana y Azul, Salamone diseñó varios edificios y espacios públicos, desde la plaza Pereyra hasta el Municipio, el Matadero, el Cementerio (cuya cruz se considera la segunda más alta de Sudamérica) y el Corralón Municipal. Tantas obras, que además se siguen utilizando con su finalidad original, hacen de la localidad una de las ineludibles en el circuito salamónico.

 

Coronel Pringles

Salamone concibió aquí otro matadero cuya silueta evoca, como en Azul, la de una cuchilla. El conjunto art déco de esta localidad abarca el Palacio de Gobierno, la plaza Pringles y las ramblas, que pronto serán parte de un programa de restauración de la Comisión Nacional de Monumentos, el mismo que debería permitir también la puesta en valor del Matadero de Guaminí.

 

DATOS ÚTILES

Cómo recorrer el circuito. En auto y conviene realizarlo en etapas, agrupando localidades en las distintas regiones de la provincia, ya que el territorio es muy extenso. En muchos casos, los edificios municipales siguen cumpliendo esa función, de modo que la visita dependerá de la actividad habitual.

-Más información: www.facebook.com/mondosalamone publica regularmente actividades y noticias relacionadas con los monumentos en sus distintas ubicaciones.